Ciclo Estral en Perras
El ciclo reproductivo, ciclo estral o, popularmente, llamado “celo”, es característico de los mamíferos, excepto los primates donde se presenta un ciclo menstrual, y tiene ciertas particularidades y características según la especie a la cual nos estemos refiriendo. En el caso de nuestras perras domésticas, generalmente presentan 2 ciclos estrales al año y se consideran monoéstricas, mientras que otras hembras pueden ser poliéstricas estacionales, como es el caso de las yeguas, o continuas como nuestras queridas amigas las vacas.
Al igual que otras hembras, no todas las perras comienzan su ciclo reproductivo en la misma edad, que por creencia general es a los 6 meses; tampoco, los celos comienzan siempre después del mismo intervalo, ni duran lo mismo. Por ejemplo en perras senior, el celo puede ser irregular o más espaciado; y en el caso de las hembras salvajes, solo presentan celo una vez por año. Pero hay que preguntar al veterinario cuando en razas pequeñas tienen más de un año, y en razas grandes más de dos años, y no han tenido celo, ya que pueden tener un problema real de infertilidad, o se puede corregir.
El primer celo puede llegar a los 4 meses, al año, o incluso al año y medio; esto depende de varios factores, como: estado nutricional, raza de la hembra, medio ambiente, peso, enfermedades y genética. Sí es importante anotar cuándo fueron los celos, para tener una idea de cuándo será el próximo y estar listos si se quiere cruzar.
Cuando la perra entra en celo, hay cambios anímicos, además de otras actitudes que no tan obvias como el sangrado, o que los machos traten de montarlas. Estos cambios de actitud pueden ser más bien leves a muy marcados. Algunos ejemplos de estos cambios son que tienden a orinar más, parecen ansiosas, se ven inquietas, comen menos y no reaccionan a las caricias de los dueños.
Este ciclo se divide en cuatro etapas:
- El proestro: en esta primera etapa, la perra tiene la vulva edematizada (hinchada) y presenta pérdidas sanguinolentas, que se originan en el útero, además de otras secreciones vaginales; también, sus mamas están más hinchadas. En cuanto al comportamiento con los machos, ellas, aún cuando atraen a los machos, los rechazan y no permiten la monta (actividad sexual). Esta etapa dura entre 7 a 10 días.
El estro: En esta etapa el edema y secreción vulvar pueden disminuir. La hembra acepta al macho (ellas lo eligen, muchas veces a uno que conozca y no necesariamente al que el dueño le presente), ya que se encuentra ovulando; por lo tanto, esta es la etapa en que puede quedar preñada. Dura de 5 a 15 días.
El metaestro o diestro: Nuevamente la hembra rechaza al macho, realmente, ellos tampoco se sienten atraídos. Acá la vulva vuelve a su tamaño normal y no hay sangrado. En el caso de las perras preñadas, correspondería al periodo de gestación, parto y lactancia. Su periodo de duración es de 100 días.
El anestro: Corresponde al descanso sexual, muchos veterinarios no la incluyen en el ciclo sexual, debido a que ya no hay una actividad hormonal marcada, ni hay signos. Se caracteriza por una vulva pequeña y sin secreción y puede durar de 3 a 9 meses ¡e incluso más! Los Basenji, Galgos y otros canes silvestres, pueden presentar intervalos de hasta doce meses.
En el caso de las perras preñadas, la gestación en perras tiene una duración de 63+-5 días, pero debido a factores individuales puede prolongarse hasta 72 días.
Es muy recomendable controlar la preñez de nuestras perritas con un veterinario, ya que la perra, como pasa también en otras especies, puede presentar patologías que deben resolverse para evitar problemas en la perrita y sus cachorros. Muchas perritas necesitan ayuda para parir, pudiendo requerir incluso la realización de una cesárea.
En el caso de otras especies cercanas a los cánidos o perras salvajes, estas tienen la hembra alfa es la que se aparea y tiene a los cachorros; y las otras son nodrizas, para esto todas entran en celo casi al mismo tiempo, ya que su ciclo hormonal se sincroniza. Por lo tanto, hay que tomarlo en cuanta cuando hay muchas hembras juntas, y el dueño quiere que una específicamente deje descendencia. Esto es importante, ya que, si la hembra que se quiere dejar preñada no es la alfa, puede haber problemas en la gestación, puede que las hembras de mayor jerarquía no permitan que haya preñez, por ejemplo, estresando a la perra. Para evitar estos problemas, las hembras deben ser separadas.
También hay celos atípicos como el impuberismo o retraso puberal, la hiposexualidad y la hipersexualidad.
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